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Resérvame el vals (Título original en inglés, Save Me the Waltz) es la única novela de Zelda Fitzgerald. Publicada en 1932, es un relato semiautobiográfico de su vida y matrimonio con F. Scott Fitzgerald.
- Novela
- Save Me the Waltz
- Cleonikes Damianakes
- Autobiografía
La infancia sureña transcurrida en el rancio y estigmatizado regazo de las nodrizas negras , la empresa de encontrar marido entre cientos de soldados que se enrolaban para la Primera Guerra, una vida marital desenfrenada en Nueva York, el desembarco en Europa y la búsqueda desesperada de la protagonista por hallarle sentido a su vida a ...
- FITZGERALD, ZELDA
15 de may. de 2013 · Resérvame el vals es un himno a la vida plagado de metáforas y comparaciones que sólo una mente tan brillante y privilegiada como la Zelda es capaz de crear, forjando un estilo al que podríamos tildar de mágico y cubista por su forma de descomponer los sentimientos más íntimos del ser humano.
Sinopsis de RESERVAME EL VALS. "Resérvame el vals, única novela de Zelda Sayre Fitzgerald, esposa del célebre escritor norteamericano Francis Scott Fitzgerald, ha permanecido inédita en España hasta la presente edición. Publicada en 1932 por Charles Scribner, la historia de la elaboración del texto no escapa, una vez más, a la leyenda ...
- 1ª
- December 07, 2012
12 de may. de 2022 · Resérvame el vals. by. Fitzgerald, Zelda. Publication date. 2012. Publisher. Granada : Román y Bueno Editores. Collection. inlibrary; printdisabled; internetarchivebooks.
La infancia sureña transcurrida en “el rancio y estigmatizado regazo de las nodrizas negras”, la empresa de encontrar marido entre cientos de soldados que se enrolaban para la Primera Guerra, una vida marital desenfrenada en Nueva York, el desembarco en Europa y la búsqueda desesperada de la protagonista por hallarle sentido a su vida a ...
Llena de metáforas delirantes y exquisitas, este libro desprende en cada línea la personalidad valiente, extravagante y única de Zelda, que solo supo vivir de una manera: excesiva y fiel a sí misma. Zelda decía que no se permitía aburrirse porque ella misma no era aburrida.
