La foto de una mujer en la playa en la habitación de Barton es un elemento central que capta la atención tanto del personaje como de la cámara. Él la examina frecuentemente mientras está en el escritorio y después de encontrar el cadáver de Audrey se para frente a ella.
- Joel Coen, Ethan Coen
- Carter Burwell
- Ethan Coen, Joel Coen (sin acreditar)
El retrato de la mujer en la playa es un símbolo icónico en la obra cinematográfica de Barton Fink. La imagen de una mujer solitaria frente al mar captura la sensación de aislamiento y melancolía que predomina en la película.
Y al final, el cuadro: una bonita mujer de espaldas mirando al horizonte en una playa. Barton Fink detrás, atrapado, sin saber muy bien qué mierdas ha pasado, ni qué hay en la caja. Como me he quedado yo.
Al final, después del infernal regreso de Charlie al hotel y de que Lipnick haga saltar por los aires el guión de Fink, éste pasea por una playa con la caja. Mantiene una breve e incómoda conversación con una joven, que adopta una pose idéntica a la de la foto del hotel.
BARTON FINK Y EL LUGAR EN LA PLAYA SOLEADA Por Esteban Ierardo. Por un pasillo corre un hombre gordo y vociferante, grita algo sobre la vida de la mente. Y su rifle lanza fuego como las paredes circundantes. El agresor enajenado mata en algún lugar del infierno, junto a serpientes oscuras.
Espantado, el escritor recurre a su vecino. Uno a uno todos los señuelos del sentido van cayendo. El gordo desestima la posibilidad de llamar a la policía y se hace cargo de la situación, mientras agobiado Barton espera en el baño. Al rato, su amigo retorna con una enigmática caja que confía al cuidado del escritor.