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  1. bibliotecadigital.ilce.edu.mx › _docs › Candido_VoltaireVoltaire - ILCE

    voz entrecortada y Cándido le contestó sin saber muy bien lo que decía. Al día siguiente, después de la cena, cuando se levantaban de la mesa, Cunegunda y Cándido se toparon detrás de un biombo; Cunegunda dejó caer el pañuelo al suelo y Cándido lo recogió; al entregárselo, ella le cogió inocentemente

  2. 24 de sept. de 2014 · Descargar CANDIDO O EL OPTIMISMO gratis en formato PDF y EPUB. Descargar CANDIDO O EL OPTIMISMO, de Voltaire para kindle, tablet, IPAD, PC o teléfono móvil

  3. Cándido o el optimismo Voltaire 2. a decirselo. Sacaba de aqui que despues de la imponderable dicha de ser baron de Tunder-ten-tronck ...

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  5. web.seducoahuila.gob.mx › candido_o_el_optimismoCANDIDO O EL OPTIMISMO

    • DONDE SE DA CUENTA DE COMO FUÉ CRIADO CANDIDO EN UNA HERMOSA QUINTA, Y COMO DE ELLA FUÉ ECHADO Á PATADAS.
    • DE LO QUE SUCEDIÓ Á CANDIDO CON LOS BÚLGAROS.
    • DE QUÉ MODO SE LIBRÓ CANDIDO DE MANOS DE LOS BULGAROS, Y DE LO QUE LE SUCEDIÓ DESPUES.
    • DE QUÉ MODO ENCONTRÓ CANDIDO Á SU MAESTRO DE FILOSOFÍA, EL DOCTOR PANGLÓS, Y DE LO QUE LE ACONTECIÓ.
    • DEL MAGNÍFICO AUTO DE FE QUE SE HIZO PARA QUE CESARA EL TERREMOTO, Y DE LOS DOSCIENTOS AZOTES QUE PEGÁRON Á CANDIDO.
    • QUE CUENTA COMO UNA VIEJA REMEDIÓ LAS CUITAS DE CANDIDO, Y COMO TOPÓ ESTE CON SU DAMA.
    • HISTORIA DE CUNEGUNDA.
    • QUE CUENTA LA HISTORIA DE LA VIEJA.
    • DONDE PROSIGUE LA HISTORIA DE LA VIEJA.
    • CAPITULO XIII DE COMO CANDIDO TUVO QUE SEPARARSE POR FUERZA DE LA HERMOSA CUNEGUNDA Y LA VIEJA.
    • DEL RECIBIMIENTO QUE Á CANDIDO Y Á CACAMBO HICIÉRON LOS JESUITAS DEL PARAGUAY.
    • QUE CUENTA LA MUERTE GUE DIÓ CANDIDO AL HERMANO DE SU QUERIDA CUNEGUNDA.
    • DONDE SE DA CUENTA DE LOS SUCESOS DE NUESTROS DOS CAMINANTES CON DOS MUCHACHAS, DOS XIMIOS, Y LOS SALVAGES LLAMADOS OREJONES.
    • CUÉNTASE EL ARRIBO DE CANDIDO CON SU CRIADO AL PAIS DEL DORADA, Y LO QUE ALLI VIÉRON.
    • DONDE SE DA CUENTA DE LO QUE EN EL PAIS DEL DORADO VIÉRON.
    • DE LOS SUCESOS DE SURINAM, Y DEL CONOCIMIENTO QUE HIZO CANDIDO DE MARTIN.
    • DE LO QUE SUCEDIÓ Á CANDIDO Y Á MARTIN DURANTE LA NAVEGACION.
    • DONDE SE DA CUENTA DE LA PLÁTICA DE CANDIDO Y MARTÍN, AL ACERCARSE Á LAS COSTAS DE FRANCIA.
    • DE LOS SUCESOS QUE EN FRANCIA ACONTECIÉRON Á CANDIDO Y Á MARTIN.
    • DEL ARRIBO DE CANDIDO Y MARTIN Á LA COSTA DE INGLATERRA, Y DE LO QUE ALLÍ VIÉRON.
    • QUE TRATA DE FRAY HILARION Y DE PAQUITA.
    • QUE DA CUENTA DE LA VISITA QUE HICIÉRON MARTIN Y CANDIDO AL SEÑOR POCOCURANTE, NOBLE VENECIANO.
    • QUE DA CUENTA DE COMO CANDIDO Y MARTIN CENÁRON CON UNOS EXTRANJEROS, Y QUIEN ERAN ESTOS.
    • DEL VIAGE DE CANDIDO Á CONSTANTINOPLA.
    • QUE TRATA DE LOS SUCESOS QUE PASÁRON CON CANDIDO, CUNEGUNDA, PANGLÓS Y MARTIN.
    • DE COMO TOPÓ CANDIDO CON CUNEGUNDA Y CON LA VIEJA.
    • DONDE SE DA FIN Á LA HISTORIA.

    En la quinta del Señor baron de Tunderten-tronck, título de la Vesfalia, vivia un mancebo que habia dotado de la índole mas apacible naturaleza. Víase en su fisonomía su alma: tenia bastante sano juicio, y alma muy sensible; y por eso creo que le llamaban Candido. Sospechaban los criados antiguos de la casa, que era hijo de la hermana del señor bar...

    Arrojado Candido del paraiso terrenal fué andando mucho tiempo sin saber adonde se encaminaba, lloroso, alzando los ojos al cielo, y volviéndolos una y mil veces á la quinta que la mas linda de las baronesitas encerraba; al fin se acostó sin cenar, en mitad del campo entre dos surcos. Caía la nieve á chaparrones, y al otro dia Candido arrecido lleg...

    No habia cosa mas hermosa, mas vistosa, mas lucida, ni mas bien ordenada que ámbos exércitos: las trompetas, los pífanos, los atambores, los obués y los cañones formaban una harmonía qual nunca la hubo en los infiernos. Primeramente los cañones derribáron unos seis mil hombres de cada parte, luego la fusilería barrió del mejor de los mundos unos nu...

    Mas que á horror movido á compasion Candido le dió á este horroroso pordiosero los dos florines que de su honrado anabautista Santiago habia recibido. Miróle de hito en hito la fantasma, y vertiendo lágrimas se le colgó al cuello. Zafóse Candido asustado, y el miserable dixo al otro miserable: ¡Ay! ¿con que no conoces á tu amado maestro Panglós? ¿Q...

    Pasado el terremoto que habia destruido las tres quartas partes de Lisboa, el mas eficaz medio que ocurrió á los sabios del pais para precaver una total ruina, fue la fiesta de un soberbio auto de fe, habiendo decidido la universidad de Coïmbra que el espectáculo de unas quantas personas quemadas á fuego lento con toda solemnidad es infalible secre...

    No cobró ánimo Candido, pero siguió á la vieja á una ruin casucha, donde le dió su conductora un bote de pomada para untarse, y le dexó de comer y de beber; luego le enseñó una camita muy aseada, y al lado de la cama un vestido completo: Come, hijo, bebe y duerme, le dixo, y Nuestra Señora de Atocha, el señor San Antonio de Padua, y el señor Santia...

    Durmiendo á pierna suelta estaba en mi cama, quando plugo al cielo que entraran los Bulgaros en nuestra soberbia quinta de Tunder-ten-tronck, y degollaran á mi padre y á mi hermano, é hiciesen tajadas á mi madre. Un pazguato de Bulgaro de dos varas y tercia, viendo que habia yo perdido los sentidos con esta escena, se puso á violarme; con lo qual v...

    No siempre he tenido yo los ojos lagañosos y ribeteados de escarlata; no siempre se ha tocado mi barba con mis narices, ni he sido siempre criada de servicio. Soy hija del papa Urbano X y la princesa de Palestrina. Hasta que tuve catorce años, me criáron en un palacio al qual no hubieran podido servir de caballeriza todas las quintas de barones tud...

    Atónita quanto alborozada de oir el idioma de mi patria, extrañando empero las palabras que decia aquel hombre, le respondí que mayores desgracias habia que el desman de que se lamentaba, informándole en pocas razones de los horrores que habia sufrido; despues de esto me volví á desmayar. Llevóme á una casa inmediata, hizo que me metieran en la cam...

    Oída la historia de la vieja, la hermosa Cunegunda la trató con toda la urbanidad y decoro que se merecia una persona de tan alta gerarquí y tanto mérito, y admitió su propuesta. Rogó á todos los pasageros que le contaran sus aventuras uno después de otro, y Candido y ella confesáron que tenia la vieja razon. ¡Qué lástima es, decia Candido, que hay...

    Se había traído consigo Candido de Cadiz uncriado corno se encuentran muchos en los puertos de mar de España, que era un quarteron, hijo de un mestizo de Tucuman, y que habia sido monaguillo, sacristan, marinero, metedor, soldado y lacayo. Llamábase Cacambo, y queria mucho á su amo, porque su amo era muy bueno. Ensilló en un abrir y cerrar de ojos ...

    Toda mi vida tendré presente aquel horrorosa dia que vi dar muerte á mi padre y á mi madre, y violar á mi hermana. Quando se retiráron los Bulgaros, nadie pudo dar lengua de esta adorable hermana, y echáron en una carreta á mi madre, á mi padre, y á mí, á dos criadas, y tres muchachos degollados, para enterrarnos en una iglesia de jesuitas, que dis...

    Ya habian pasado las barreras Candido y su criado, y todavía ninguno en el campo sabia la muerte del jesuita tudeseo. El vigilante Cacambo no se habia olvidado de hacer buen repuesto de pan, chocolate, jamon, fruta, y botas de buen vino, y así se metiéron con sus caballos andaluces en un pais desconocido, donde no descubriéron sendero ninguno trill...

    Quando estuviéron en la raya de los Orejones, Ya ve vm., dixo Cacarnbo á Candido, que este hemisferio vale tan poco como el otro; créame, y vólvamónos á Europa por el camino mas corto. ¿Cómo me he de volver, respondió Candido, ni adonde he de ir? Si me vuelvo á mi pais, los Abaros y los Bulgaros lo talan todo á sangre y fuego; si á Portugal, me que...

    Cacambo dió parte de su curiosidad á su huésped, y este le dixo: Yo soy un ignorante, y no me arrepiento de serlo; pero en el pueblo tenemos á un anciano retirado de la corte, que es el sugeto mas docto del reyno, y que mas gusta de comunicar con los otros lo que sabe. Dicho esto, llevó á Cacambo á casa del anciano. Candido representaba la segunda ...

    La primera jornada de nuestros dos caminantes fué bastante agradable, llevados en alas de la idea de encontrarse posesores de mayores tesoros que quantos en Asia, Europa y Africa se podian reunir. El enamorado Candido grabó el nombre de Cunegunda en las cortezas de los árboles. A la segunda jornada se atolláron en pantanos dos carneros, y pereciéro...

    Embarcóse pues para Burdeos con Candido el docto anciano, cuyo nombre era Martin. Ambos habian visto y habian padecido mucho; y aun quando el navío hubiera ido de Surinam al Japon por el cabo de Buena Esperanza, no les hubiera en todo el viage faltado materia para discurrir acerca del mal físico y el mal moral. Verdad es que Candido le sacaba mucha...

    Avistaronse al fin las costas de Francia. ¿Ha estado vm. en Francia, señor Martin? dixo Candido. Sí, Señor, respondió Martin, y he corrido muchas provincias: en unas la mitad de los habitantes son locos, en otras muy retrecheros, en estas bastante bonazos y bastante tontos, y en aquellas lo dan por ladinos. En todas la ocupacion principal es enamor...

    No se detuvo Candido en Burdeos mas tiempo que el que le fué necesario para vender algunos pedernales del Dorado, y comprar una buena silla de posta de dos asientos, porque no podia ya vivir sin su filósofo Martin. Lo único que sintió fué tenerse que separar de su carnero, que dexó á la Academia de ciencias de Burdeos, la qual propuso por asunto de...

    ¡Ay Panglós amigo! ¡ay amigo Martin! ¡ay amada Cunegunda! ¡lo que es este mundo! decia Candido en el navío holandés. Cosa muy desatinada y muy abominable, respondió Martin.—Vm. ha estado en Inglaterra: ¿son tan locos como en Francia?—Es locura de otra especie, dixo Martin; ya sabe vm. que ámbas naciones estan en guerra por algunas aranzadas de niev...

    Luego que llegó á Venecia, se echó á buscar á Cacambo en todas las posadas, en todos los cafés, y en casa de todas las mozas de vida alegre; pero no le fué posible dar con él. Todos los dias iba á informarse de todos los navíos y barcos, y nadie sabia de Cacambo. ¡Con que he tenido yo lugar, le decía á Martin, para pasar de Surinam á Burdeos, para ...

    Emarcaronse Candido y Martin en una gondola, y fuéron por el Brenta al palacio del noble Pococurante. Los jardines eran amenos y ornados con hermosas estatuas de mármol, el palacio de magnífica fábrica, y el dueño un hombre como de sesenta años, y muy rico. Recibió á los dos curiosos forasteros con mucha urbanidad, pero sin mucho cumplimiento; cosa...

    Un dia, yendo Candido y Martin á sentarse á la mesa con los forasteros alojados en su misma posada, se acercó por detras al primero uno que tenia una cara de color de hollin de chimenca, el qual, agarrándole del brazo, le dixo: Dispóngase vm. á venirse con nosotros, y no se descuide. Vuelve Candido el rostro, conoce á Cacambo; solo la vista de Cune...

    Ya el fiel Cacambo había concertado con el capitan turco que habia de llevar á Constantinopla al sultan Acmet, que tomara á bordo á Candido y á Martin; y ámbos se embarcáron, habiéndose postrado primero ante su miserable Alteza. Candido en el camino decia á Martin: ¡Con que hemos cenado con seis reyes destronados, y de los seis á uno he tenido que ...

    Mil perdones pido á vm., dixo Candido al baron, mil perdones, padre reverendísimo, de haberle pasado el cuerpo de una estocada. No tratemos mas de eso, dixo el baron, yo confieso que me excedí un poco. Pero una vez que desea vm. saber como me he visto en galeras, le contaré que despues que me hubo sanado de mi herida el hermano boticario del colegi...

    Miéntras se daban cuenta de sus aventuras Candido, el baron, Panglós, Martin y Cacambo; miéntras que discurrian acerca de los sucesos contingentes ó no contingentes de este mundo, que disputaban sobre los efectos y las causas, sobre el mal moral y el mal físico, sobre la libertad y la necesidad, sobre los consuelos que puede recibir quien está en g...

    En lo interior de su corazon no tenia Candido ganas ningunas de casarse con Cunegunda; pero la mucha insolencia del baron le determinó á acelerar las bodas, sin contar que la baronesita le apretaba tanto, que no las podía dilatar mas. Consultó pues á Panglós, á Martin y al fiel Cacambo. Panglós compuso una erudita memoria, probando que no tenia el ...

  6. 2 de ago. de 2022 · Cándido, o el optimismo es un cuento filosófico escrito por Voltaire en 1759. La historia narra la vida del joven Cándido, el cual es acogido como discípulo por un filósofo llamado Pangloss . Este le enseña que todo sucede para bien en este mundo, el mejor de los mundos posibles, con un optimismo infinito .

  7. 1 de dic. de 2004 · 73,547 free eBooks. 55 by Voltaire. Candido, o El Optimismo by Voltaire. Read now or download (free!) Similar Books. Readers also downloaded… About this eBook. Free kindle book and epub digitized and proofread by volunteers.