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  1. TAN ENREDADA ESTÁ MI RAZÓN. Tan enredada está mi razón, mi Lesbia, por tu culpa. y por seguirte a ti está tan perdida, que ya no podré estimarte por muy bien que te portes. ni por muy mal que te portes dejaré de quererte. Autor del poema: Catulo. 88.42%. votos positivos.

    • Poema 7

      para el vesano Catulo bastante y de sobra es, los que ni...

    • Odio y Amo

      Poema ODIO Y AMO en el portal de humor, entretenimiento y...

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    • XII

    Gorrión (4), capricho de mi niña, con el que acostumbra ella jugar, tenerlo en su regazo, ofrecerle la punta de su dedo tan pronto se le acerca y moverle a agudos picotazos, cuando al radiante objeto de mi desasosiego le agrada jugar a no sé qué cosa querida y solaz de su dolor; entonces -creo- se le calmará su ardiente pasión. ¡Ojalá pudiera yo, c...

    (…) Tan grato es para mí como cuentan que fue para la veloz muchacha (6) la manzana de oro que desató su cinturón de siempre negado.

    ¡Llorad, oh Venus y Cupidos (7) y cuanto hay de hombres refinados! El gorrión de mi niña ha muerto; el gorrión, capricho de mi niña, a quien ella más que a sus ojos quería; pues era dulce como la miel y la conocía tan bien como una niña a su madre, y no se movía de su regazo, sino que, saltando alrededor unas veces por aquí, otras por allá, piaba s...

    Esa barca (10) que veis, huéspedes, presume de que fue la más rápida de las naves y de que el empuje de ningún navío sobre las ondas pudo dejarla atrás, bien se tratara de volar a remo o a vela. Y dice que esto no lo niegan la costa del amenazador Adriático o las islas Cícladas ni la famosa Rodas ni la espantosa Propóntide Tracia o el terrible golf...

    Flavio (16), a Catulo querrías hablarle de tu capricho, si no fuera sosa y basta, y no podrías callarte. Pero no sé qué clase de febril y enfermiza puta te ha encandilado: eso te avergüenza confesarlo. Pues, que tú no pasas las noches viudas lo grita tu estancia, en vano callada, que derrama aroma de guirnaldas y de aceites sirios (17), y las almoh...

    Me preguntas cuántos besos tuyos, Lesbia, me son bastante y de sobra. Cuan gran número de arena libia se extiende por Cirene, rica en laserpicio (19), entre el oráculo del tempestuoso Júpiter y el sepulcro del antiguo Bato (20). O cuantas estrellas contemplan, cuando calla la noche, los furtivos amores de los hombres. Tantísimos besos le son bastan...

    Desdichado Catulo, ¡que dejes de hacer tonterías y lo que ves que se ha destruido lo consideres perdido! Brillaron un día para ti radiantes los soles, cuando acudías una y otra vez a donde tu niña te llevaba, querida por mí (23) cuanto no lo será ninguna. Y allí tenían lugar entonces aquellos múltiples juegos que tú querías y tu niña no dejaba de q...

    Veranio (24), el preferido para mí entre todos mis trescientos mil amigos (25), ¿has regresado a casa, a tus penates y a tus queridísimos hermanos y tu anciana madre? Has regresado. ¡Noticia dichosa para mí (26)! Volveré a verte sano y salvo y te oiré hablar de los lugares, las hazañas, los pueblos de los iberos, según tienes por costumbre, y, abra...

    Furio y Aurelio (33), compañeros de Catulo, bien llegue hasta los confines de la India (34), donde la ola del mar de Oriente de gran bramido golpea la costa; bien hasta los hircanos o los muelles árabes o los sagas o los partos, armados de flechas, o hasta las llanuras que tiñe el Nilo de siete brazos; o bien encamine sus pasos más allá de los elev...

    Asinio Marrucino (37), no usas bien tu mano izquierda en medio del juego y del vino: robas a los descuidados sus servilletas (38). ¿Te crees que eso es gracioso? Te equivocas, idiota. La cosa es de lo más mezquina y falta de gracia. ¿No me crees? Pues cree a tu hermano Polión, que querría comprar tus hurtos hasta por un talento (39), y eso que él e...

  2. Poemas de Catulo Poemas 1-60. Poemas 61-68 →. Versos del señor Benvenuto Campesani de Vicenza acerca de la resurrección de Catulo, el poeta veronés A mi patria vengo desde lejanas fronteras exiliado: la causa de mi regreso un compatriota fue, a saber, al que de los cálamos le atribuyó Francia su nombre, y el que señala a la gente que ...

  3. Poemas de Catulo - Ciudad Seva - Luis López Nieves. Catulo. (Cayo Valerio Catulo) Romano: 87 a.C. - 57 a.C. Poemas. Textos digitales completos. ¿A quién dono este agradable, nuevo librito... El Varo a mí, mío, a sus amores. Flavio, las delicias tuyas a Catulo. Hola, muchacha sin nariz pequeña. La goleta aquella que veis, huéspedes.

  4. En conclusión, los poemas de Catulo son una joya literaria que nos transporta a la antigua Roma y nos permite explorar la pasión, el amor, el deseo y los conflictos del corazón humano. Su estilo poético, lleno de belleza y profundidad emocional, ha perdurado a lo largo de los siglos y ha dejado huella en la poesía universal.

  5. 4 de dic. de 2021 · Traducción de una selección de poemas de Catulo, realizada por Francisco José Martínez Morán. ISBN: 84-9714-066-4. CARMEN I. ¿A quién ofrezco este librillo nuevo. y ameno, recién pulido por la árida. pómez? A ti, Cornelio, que estimabas. en algo mis pequeñas naderías, ya cuando narrabas la historia itálica. en tres volúmenes doctos, por Júpiter,

  6. 1 de mar. de 2022 · El Cuaderno reproduce los anteriores poemas por gentileza exclusiva de Editorial Rhemata. Publicaciones bilingües de textos clásicos (https://rhemata.es/), donde acaba de aparecer, en edición bilingüe anotada, la Poesía completa de Catulo traducida en versos por Luis T. Bonmatí.