Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. 14 de ago. de 2017 · Mi cuerpo está encadenado dentro de un calabozo, mi mente está en prisión dentro de una idea. ¡Una idea horrible, sangrienta, implacable! No tengo más que un pensamiento, una convicción, una certidumbre: ¡condenado a muerte!

    • Envía a Tu Kindle

      Al seleccionar esta opción se te pedirá que introduzcas tu...

    • Instrucciones

      Opción recomendada si estás leyendo en un PC, Mac, iPad u...

    • Claude Gueux

      Un invierno se quedó sin trabajo. No había fuego ni pan en...

    • Los Pirineos

      Sinopsis EL LOIRA. BURDEOS Burdeos, 20 de julio Vos que...

    • English

      Download Último Día de un Condenado a Muerte free in PDF &...

  2. Ahora estoy preso. Mi cuerpo está encadenado dentro de un calabozo, mi mente está en prisión dentro de una idea. ¡Una idea horrible, sangrienta, implacable! No tengo más que un pensamiento, una convicción, una certidumbre: ¡condenado a muerte!

    • Último día de un condenado a muerte
    • Bicêtre [1]
    • Ahora estoy preso. Mi cuerpo está encadenado dentro de un calabozo, mi mente está en prisión dentro de una idea. ¡Una
    • II
    • En lo bajo de la escalera, un carruaje con rejas[3], negro y
    • Al menos, estos hombres me compadecen, y son los
    • VI
    • VII
    • VIII
    • IX
    • XI
    • XIII
    • Mientras tanto, los sotacabos[14], entre los cuales podía dis-tinguirse, por sus limpias vestimentas y su aspecto
    • XIV
    • XV
    • XVI
    • XVII
    • XVIII
    • XIX
    • XX
    • XXI
    • XXII
    • HOSPICIO DE LA VEJEZ.
    • XXIII
    • XXIV
    • XXV
    • XXVI
    • XXVII
    • XXVIII
    • XXIX
    • XXX
    • XXXI
    • XXXII
    • XXXIII
    • XXXIV
    • XXXV
    • XXXVI
    • XXXVII
    • XXXVIII
    • XXXIX
    • XL
    • XLI
    • Mis amigos también lo habían oído. Escuchamos: era como
    • XLIII
    • Por fin he podido hablar.
    • —Escucha, Marie —le he dicho juntando sus pequeñas ma-nos entre las mías—, ¿acaso no me reconoces?
    • XLIV
    • XLV
    • XLVI
    • XLVII
    • XLVIII
    • Entonces, hemos tomado el muelle fatal. Yo empezaba a
    • XLIX
    • UN SALÓN
    • UN SEÑOR GORDO
    • MADAME DE BLINVAL
    • MADAME DE BLINVAL
    • EL CABALLERO
    • EL SEÑOR GORDO
    • EL SEÑOR GORDO
    • MADAME DE BLINVAL
    • EL SEÑOR GORDO
    • EL POETA
    • EL SEÑOR GORDO
    • EL FILÓSOFO
    • EL POETA
    • El condenado no es interesante.
    • MADAME DE BLINVAL
    • EL CABALLERO
    • EL FILÓSOFO
    • MADAME DE BLINVAL
    • EL FILÓSOFO
    • EL SEÑOR FLACO
    • ERGASTE
    • EL CABALLERO
    • MADAME DE BLINVAL
    • EL SEÑOR FLACO
    • ERGASTE
    • MADAME DE BLINVAL
    • EL SEÑOR FLACO
    • Prefacio de 1832
    • a inocentes.

     The iron tongue of midnight hath told twelve: Lovers, to bed; ‘tis almost fairy time. I fear we shall out-sleep the coming morn As much as we this night have overwatch’d. WILLIAM SHAKESPEARE

    ¡Condenado a muerte! Hace cinco semanas que vivo con este pensamiento, siem-pre a solas con él, paralizado siempre por su presencia, encor-vado siempre bajo su peso. En otra época, pues me parece que han pasado años más que semanas, yo era un hombre como cualquier otro hombre. Cada día, cada hora, cada minuto tenía su propio sentido. Mi mente, jove...

    1 El Castillo de Bicêtre fue construido en 1632 por orden del cardenal Riche-lieu sobre una antigua fortaleza del siglo XV con el objeto de albergar a los soldados lisiados. En la época de Victor Hugo funcionó al mismo tiempo como hospital y presidio. Ésa es la razón por la que aparece la inscripción «Hospicio de la vejez» en el capítulo XXII o se ...

    Era una bella mañana de agosto. Hacía tres días que se ha-bía entablado mi proceso, hacía tres días que mi nombre y mi crimen convocaban, todas las mañanas, a una bandada de es-pectadores que venían a tumbarse sobre los bancos de la sala de Audiencias como cuervos alrededor de un cadáver, hacía tres días que toda aquella fantasmagoría de jueces, te...

    3 La voiture grillé, predecesora de los actuales furgones celulares, era un vehículo para transportar a los condenados a muerte, de hierro o madera, sucio, me esperaba. En el momento de subir, eché una mirada, al azar, sobre la plaza. —¡Un condenado a muerte! —gritaban los transeúntes, co-rriendo hacia el carruaje. A través de la nube que sentía in...

    enseñanza en lengua latina. El hecho de que el acusado hable latín nos pone en la pista de su origen social. (N. del E.) únicos. Los carceleros, los guardianes, los llaveros —no se lo reprocho— conversan y ríen, y hablan de mí, delante de mí, como de una cosa.

    Me dije: «Puesto que tengo los medios para escribir, ¿por qué no ha-bría de hacerlo?». Pero ¿qué escribir? Preso entre cuatro mu-rallas de piedra desnuda y fría, sin libertad para mis pasos, sin horizonte para mis ojos, ocupado durante el día entero, como única distracción, en seguir la lenta marcha de ese cuadrado blancuzco que la mirilla de mi pu...

    Que lo que aquí escribo pueda ser útil a otros algún día, que detenga al juez preparado para juzgar, que salve a los infelices, inocentes o culpables, de la agonía a la cual estoy condenado, ¿para qué? ¿De qué sirve? ¿Qué importa? Cuando me hayan cortado la cabeza, ¿qué más me da que corten otras? ¿Será po-sible que se me hayan ocurrido realmente e...

    Hagamos la cuenta de lo que me queda: Tres días de aplazamiento después del fallo pronunciado en el recurso de casación. Ocho días de olvido en el estrado de la sala de Audiencias, después de los cuales las «piezas de autos», como las llaman, son enviadas al ministerio. Quince días de espera en el despacho del ministro, que no sabe ni siquiera que ...

    Acabo de hacer mi testamento. ¿De qué sirve? Estoy condenado a pagar las costas, y todo lo que tengo apenas me alcanzará para ello. La guillotina es muy cara. Dejo una madre, dejo una mujer, dejo una hija. Una niñita de tres años, dulce, sonrosada, frágil, con gran-des ojos negros y largos cabellos castaños. Tenía dos años y un mes cuando la vi por...

    Puesto que el día aún no aparece, ¿qué hacer de la noche? Se me ha ocurrido una idea. Me he levantado y he paseado mi lámpara sobre las cuatro paredes de mi celda. Están cubiertas de escrituras, de dibujos, de figuras raras, de nombres que se mezclan y se borran los unos a los otros. Parece que cada con-denado haya querido dejar su marca, por lo me...

    He visto, en estos días pasados, una cosa horrible. Acababa de amanecer, y la prisión estaba llena de ruido. Se oía el abrir y cerrar de puertas pesadas, el rechinar de los ce-rrojos y las cadenas de hierro, el repicar de los manojos de lla-ves entrechocando en el cinturón de los carceleros, el temblor de las escaleras bajo los pasos precipitados, ...

    14 Oficiales de las galeras. (N. del E.) aterrorizado, a unos pocos curiosos venidos de París, se pusie-ron tranquilamente manos a la obra. Uno de ellos subió a la carreta y arrojó a sus camaradas las cadenas, los «collares de viaje» y los atados de pantalones de tela. Entonces se dividie-ron el trabajo; unos fueron a extender en una esquina del pa...

    Cuando volví en mí, era ya de noche. Estaba acostado en un camastro; el farol que vacilaba en el techo me permitió ver otros camastros alineados a ambos lados. Comprendí que me habían trasladado a la enfermería. Permanecí despierto unos instantes, pero sin pensamientos ni recuerdos, consagrado a la felicidad de encontrarme en una cama. En otro tiem...

    Desgraciadamente, no estaba enfermo. Al día siguiente tuve que salir de la enfermería. El calabozo me recuperó. ¡No estaba enfermo! En efecto, soy joven, sano y fuerte. La sangre corre libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; soy robusto de cuerpo y de espíritu, estoy hecho para una larga vida; sí, todo esto es c...

    Durante las pocas horas que pasé en la enfermería, me senté cerca de una ventana, al sol —que había vuelto a salir, o, al menos, recibiendo tanto sol como lo permitían las rejas de la ventana. Estaba allí, con la pesada cabeza entre mis manos, que ape-nas podían con ella, los codos sobre las rodillas, los pies sobre los barrotes de la silla, pues e...

    ¡Oh! Si pudiera escapar, ¡cómo correría por los campos! No, sería mejor no correr. Correr atrae miradas, sospechas. Al contrario: caminar lentamente, la cabeza en alto, cantando. Tratar de llevar un viejo blusón azul con dibujos rojos. Eso di-simula bastante bien. Es lo que llevan los campesinos de los alrededores. Conozco cerca de Arcueil un bosqu...

    Mientras escribía todo esto, mi lámpara ha palidecido, ha llegado el día, el reloj de la capilla ha anunciado las seis. ¿Qué significa esto? El carcelero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se ha quitado la gorra, me ha saludado, se ha disculpado por molestarme, y me ha preguntado, suavizando en lo posible el tono rudo de su voz, qué desearí...

    ¡El día ha llegado! El director de la prisión en persona acaba de visitarme. Me ha preguntado cómo podría atenderme o servirme, ha expre-sado el deseo de que no tenga yo quejas acerca de él o sus subordinados, se ha informado con interés sobre mi salud y la manera en que pasé la noche; ¡al despedirse, me ha llamado «señor»! ¡El día ha llegado!

    No cree posible, este carcelero, que tenga yo quejas acerca de él y de sus subalternos. Tiene razón. No estaría bien que me quejase; esta gente ha hecho su trabajo; me han vigilado; y han sido corteses a mi llegada y a mi partida. ¿No debo estar con-tento? Este amable carcelero, con su sonrisa benigna, sus palabras cariñosas, su mirada que halaga y...

    Ahora estoy tranquilo. Todo ha terminado, y terminado bien. He salido de la ansiedad horrible en la cual me había su-mido la visita del director. Lo confieso: aún tenía esperanzas. Ahora, gracias a Dios, ya no las tengo. He aquí lo que acaba de suceder: En el instante en que sonaban las seis y media —no, eran las siete menos cuarto—, la puerta de m...

    En la Conserjería Heme aquí, «transferido», como dice el acta. Pero merece la pena contar el viaje. Sonaban las siete y media cuando el ujier se ha presentado de nuevo en mi calabozo. —Señor —me ha dicho—, le estoy esperando. ¡Ay! ¡No es el único! Me he levantado, he dado un paso; me ha parecido que no podría dar otro, de tanto que me pesaba la cab...

    «Vaya —me he dicho—, parece que en ese lugar hay quie-nes llegan a viejos». Y, como suele hacerse entre la vigilia y el sueño, mi espíritu entumecido de dolor le ha dado la vuelta a esta idea en todos los sentidos. De golpe, la carroza, pasando de la avenida a la carretera principal, ha cambiado el punto de vista del tragaluz. Las torres de Notre-D...

    Mientras caminaba por las galerías públicas del Palacio de Justicia, me he sentido casi libre y a gusto; pero mi ánimo re-suelto me ha abandonado tan pronto como se han abierto frente a mí esas puertas bajas, escaleras secretas, corredores interio-res, largos corredores asfixiantes y sordos donde sólo entran quienes condenan o quienes son condenado...

    Ese viejo malvado se ha llevado mi redingote, pues no he sido yo quien se lo ha dado, y a cambio me ha dejado este ha-rapo, su chaqueta infame. ¿Quién pensarán que soy? No ha sido por descuido o caridad que le he dejado llevarse mi redingote. No; ha sido porque él era más fuerte que yo. Si me hubiera negado, el hombre me habría golpeado con sus gra...

    Me han traído a una celda donde no hay más que las cuatro paredes, con muchos barrotes en la ventana y, ni que decir tiene, muchas cerraduras en la puerta. He pedido una mesa, una silla y útiles para escribir. Me lo han traído todo. Después he pedido una cama. El carcelero me ha mirado con esa mirada sorprendida que quiere decir: «¿De qué te sirve ...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

    ¡Torpe y ciega penalidad que, se vuelva del lado que se vuelva, hiere al inocente! Secuestrad, pues, a ese hombre, a ese culpable que tiene una familia. En la prisión podrá seguir trabajando para los suyos. Pero ¿cómo podrá sacarlos adelante desde el fondo de la tumba? Y ¿pensáis sin estremecimientos qué es lo que será de sus hijos, de sus hijas, a...

  3. Descargar gratis el libro «Último Día de un Condenado a Muerte» de Victor Hugo en PDF. Este ebook gratuito del libro de Victor Hugo «Último Día de un Condenado a Muerte» en formato PDF se puede leer desde cualquier dispositivo: ordenadores, tablets y smartphones.

  4. En El último día de un condenado a muerte y Claude Gueux Victor Hugo hace un sobrecogedor alegato en contra de la pena de muerte a través de la historia de dos presos que esperan ser ajusticiados.

  5. Resumen y sinopsis de El último día de un condenado a muerte de Victor Hugo. Un condenado a muerte anónimo decide escribir en una especie de diario las últimas horas de su vida.