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15 de jun. de 2017 · Bailarina azul (1912). Gino Severini. Óleo (y lentejuelas) sobre tela. 61 cm x 46 cm. Guggenheim. Nueva York, Estados Unidos. Este cuadro de Severini es el perfecto ejemplo de la definición más simple que podemos hacer del movimiento de vanguardia llamado futurismo: cubismo en movimiento.
Gino Severini pintó Bailarina en azul o Bailarina azul en óleo sobre lienzo en 1912. Este cuadro fue creado en París como parte de una serie en la que Severini representaba escenas de cabaret junto con el dinamismo de la danza. El cuadro forma parte de la Colección Peggy Guggenheim de Venecia.
En el cuadro Mar = Bailarina, el movimiento del cuerpo de la bailarina, luego el movimiento de su traje y, por último, el movimiento de las olas se representan por medios geométricos. Las tres capas de movimiento se sintetizan en una compleja experiencia de dinamismo. Al realizar este cuadro, Severini también pintó el marco.
Gino Severini supo unir ciencia y arte, rigor constructivo y fantasía inventiva, consiguiendo la más completa felicidad expresiva cuando, entre los años 1910 y 1915, conectó los valores dinámicos del futurismo con los constructivos del cubismo.
- Italian
- Cortona, Italy
Gino Severini. Dynamic Hieroglyphic of the Bal Tabarin. 1912. Oil on canvas with sequins. 63 5/8 x 61 1/2" (161.6 x 156.2 cm). Acquired through the Lillie P. Bliss Bequest (by exchange). 288.1949. © 2024 Gino Severini / Artists Rights Society (ARS), New York / ADAGP, Paris. Painting and Sculpture
17 de ago. de 2020 · Dynamic Hieroglyphic of the Bal Tabarin. 1912 3. x 61 1/2" (161.6 x 156.2 cm). Narrator: Have you ever spun around so fast that the room seemed to keep moving even when you stopped? Whoa! Bet you felt a little dizzy! And after, for a moment, things sort of looked like they broke into a million pieces!
6 de dic. de 2023 · Dynamic Hieroglyph of the Bal Tabarin. Gino Severini’s Dynamic Hieroglyph of the Bal Tabarin draws us into the frenzied excitement of a Paris nightclub. Combining a Cubist technique of fractured planes with the use of repetition, Severini creates a brilliant kaleidoscope of partially-glimpsed figures in motion.
