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  1. 10 Poemas de José Santos Chocano. NOSTALGIA. Hace ya diez años. que recorro el mundo. ¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho! Quien vive de prisa no vive de veras, quien no echa raíces no puede dar frutos. Ser río que recorre, ser nube que pasa, sin dejar recuerdo ni rastro ninguno, es triste y más triste para quien se siente.

    • Carnaval

      Los mejores poemas de carnaval ordenados de mejor a peor....

    • A Lázaro
    • A Los Que sufren
    • A Un Árbol
    • A Un Asno
    • A Un Soñador
    • A Una Dama Española
    • Abnegación
    • Acuarela
    • Águilas Y Gorriones
    • Amores Viejos

    ¡Pueblo, vibra tu luz! Rompe tus lazos; y abre con furia tu millón de bocas; y alza hasta el cielo tu millón de brazos. ¡Habla y obra, y verás cuan presto subes: para tan fuerte océano no habrá rocas, para tan puro cielo no habrá nubes! ¡Trabaja y lucha! Que el trabajo es fuego y la lucha es vigor. Hacha sin tajo es astro sin calor, planta sin rieg...

    No, no importa el estigma, que el pantano osa poner sobre la nieve alada de los cisnes que cruzan en bandada hacia el país del sol… El vulgo insano horada el corazón que bien le quiere, para buscar la fuente misteriosa donde la sed de la ignorancia muere. El mal se trueca en bien: tal el destino que rodea de espinas cada rosa y que empuja la lanza ...

    Cuchichean tus hojas sus amores, tus pájaros se besan disolutos… ¡y no está el azahar entre tus flores! ¡y no está la manzana entre tus frutos! En vano te alzas retemplado y bronco; también inclinas al amor la frente: todas las primaveras, en tu tronco se enroscará la bíblica serpiente. Quizá al golpe del hacha que te hiere una cruz o un navío en t...

    Joven asno, que trotas y te alejas con tu carga de amor, oye mi acento; y no porque te zumbe alegre el viento sacudas tus larguísimas orejas. Óyeme, asno cruel, ¿por qué no cejas?… ¿Por qué huyes con tu aldeana en el asiento, si símbolos de dicha son, jumento, las herraduras que estampadas dejas? ¡Joven asno, oye bien! Yo te daría este rincón que e...

    Para Leopoldo Cortés ¿Adónde vas incauto y errabundo, con los desnudos pies hollando abrojos? Tu reino ¡oh, soñador! no es de este mundo; ¡alza del suelo los cobardes ojos! ¿Qué te importa el clamor de torpe lucha en que se agita la pasión humana? El extraviado caminante escucha, tendido en el desierto, el breve paso con que lo adelantó la caravana...

    Vestida de negro os miro Llenar de gracia discreta, Al lado del Rey Poeta, Las fiestas del Buen Retiro. Ya abanicáis un suspiro, Ya esgrimís una mirada; Y es así que encresponada Lucís la pálida frente, Como una luna creciente En una noche enlutada. Reís del bufón, señora, Que a vuestros pies se fatiga, De Olivares, que os intriga, Y del Rey, que o...

    Yo sé que me has dado cuanto darme podías, sin tener la esperanza de una compensación, mientras que las mujeres que han ido siendo mías han recibido en pago siquiera una canción… ¡Ni una canción me pides! Todas mis poesías no valen la tragedia muda de esta pasión, con que en la copa amarga de mis melancolías el lirio has deshojado que hay en mi cor...

    Soberbio mar. Una irritada ola abre los abanicos de su espuma; y palmetea con presteza suma sobre una peña indiferente y sola. La arena se abrillanta y tornasola, al halago de Febo que se abruma, mientras allá… leve jirón de bruma ciñe a la cumbre espiritual aureola. En las ondas elásticas, las yerbas retozan y se entregan a la orilla, entre las an...

    Al coronel Mariano J. Madueño Bandada de gorriones sueña en vano derribar alta torre, y la golpea con sus menudas alas: tal jadea turba envidiosa en su delirio insano. No importa, no, que el egoísmo humano junte a toda la estúpida ralea contra una sola cumbre de la idea: ¡una nube no seca el oceano! Cual puñado de arenas, en su anhelo se unen las a...

    Ambos en el diván. Breves las horas. Lenguas de gas vibrando en las arañas. Tibio el salón. Tus ojos como auroras entre la oscuridad de tus pestañas. Frases rápidas. Plática vulgares como profanación de tu belleza, hablando lo que se habla en los hogares cuando mientras uno habla otro bosteza.— Por fin, como un paréntesis, con süave y dulcísima voz...

  2. Extraordinario, controvertido, soberbio y tierno. Así fue, a decir de los estudiosos de las letras peruanas, José Santos Chocano, quien nació en Lima el 14 de mayo de 1875. Estudió en el Instituto de Lima y, al poco tiempo, se trasladó al Colegio de Lima el cual dirigía Pedro Alfonso Labarthe.

  3. Poemas de José Santos Chocano. Arboles Viejos. Blasón. El Idilio de los Volcanes (analizado). El sueño del caimán. Himno al Árbol. La Magnolia. La tristeza del inca. Los Volcanes.

  4. ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento. nostalgia, ya ansío descansar muy junto. de los míos!... Todos rodearán mi asiento.

  5. José Santos Chocano. Perú: 1875-1934. Poemas. Textos digitales completos. A Lázaro. A los pies de un Amor, te dije el mío... A los que sufren. A un árbol. A un asno.

  6. José Santos Chocano nació en 1875 en Lima (Perú) y falleció en 1934. Se lo conoce por haber sido uno de los revolucionarios que defendieron el americanismo, luchando por los derechos de los aborígenes en oposición al imperialismo imperante de los Estados Unidos.