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  1. 4 de dic. de 2021 · 04/12/21. Sinopsis. Un náufrago llega a una isla solitaria del Océano Pacífico, en la que un extraño doctor se dedica a experimentar con animales con el objetivo de convertirlos en humanos y, de esta manera, mejorar la especie. e-Readers PDF Envía a tu kindle Leer online. La Isla del Doctor Moreau. Descarga gratis. Opciones de descarga.

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    • 2. El hombre que no iba a ninguna parte
    • 3. Un rostro extraño
    • 4. En la regala de la goleta
    • 5. El hombre que no tenía adonde ir
    • 6. Los siniestros hombres del bote
    • 7. La puerta cerrada
    • 8. Los alaridos del puma
    • 9. La casa del bosque
    • Después de no sé cuánto tiempo me despertó un crujido de la maleza en la otra orilla del arroyo. En un primer momento sólo vi las puntas de los helechos
    • 10. La llamada del hombre
    • 11. La caza del hombre
    • 12. Los Recitadores de la ley
    • 13. Una conversación
    • 14. El Doctor Moreau se explica
    • 15. Los monstruos
    • 16. De cómo los Salvajes probaron la sangre
    • 17. Una catástrofe
    • 18. La búsqueda de Moreau
    • 19. Las vacaciones de Montgomery
    • 20. A solas con los monstruos
    • Se detuvieron y me miraron con extrañeza.
    • Hice acopio de valor durante varios segundos. Luego grité:
    • 21. La regresión de los monstruos
    • 22. El hombre solo

    El camarote en el que desperté era pequeño y bastante desaliñado. Un hombre más bien joven y rubio, con erizado bigote de color pajizo y el labio inferior caído, estaba sentado junto a mí, sosteniéndome la muñeca. Nos miramos por espacio de un minuto sin decir una palabra. Tenía ojos grises y acuosos, extrañamente desprovistos de expresión. Entonce...

    Al salir del camarote encontramos en la toldilla a un hombre que nos impedía el paso. Estaba de pie en la escala, de espaldas a nosotros, mirando por encima de los cuarteles de la escotilla. Vi que se trataba de un hombre deforme, bajito, ancho, torpe y encorvado, con el cuello peludo y la cabeza hundida entre los hombros. Llevaba ropa de sarga azu...

    Aquella noche, después de la puesta del sol, divisamos tierra y la goleta se puso al pairo. Montgomery anunció que había llegado a su destino. Estábamos demasiado lejos para apreciar cualquier detalle. En ese momento me pareció una tenue mancha azul en el incierto gris azulado del mar. Una columna de humo casi vertical ascendía por el cielo. El cap...

    Por la mañana temprano, la segunda tras mi recuperación y creo que la cuarta desde que fui rescatado, desperté en una confusión de sueños tumultuosos –sueños de armas y muchedumbres enfurecidas– y escuché un ronco griterío en cubierta. Me froté los ojos y presté atención, sin saber por un momento dónde me encontraba. A continuación se oyeron pisada...

    Pero al ver que iba completamente a la deriva, los de la isla se apiadaron de mí. Me deslizaba lentamente hacia el este, acercándome a la isla en diagonal, y con alivio casi histérico vi que la lancha viraba y acudía en mi ayuda. Iba muy cargada y, cuando estuvo más cerca, distinguí al acompañante de Montgomery, el hombre de pelo blanco y anchas es...

    Tal vez el lector haya comprendido lo extraño que al principio era todo para mí; además, la situación era el resultado de aventuras tan inesperadas, que ya no tenía criterio para juzgar la extravagancia de las cosas. Seguí a la llama playa arriba hasta que Montgomery me alcanzó para decirme que no entrase en el recinto de piedra. Advertí que la jau...

    A eso de la una, Montgomery interrumpió el mar de confusión y sospechas en que me habían sumido mis pensamientos, seguido de su grotesco ayudante, que traía una bandeja con pan, algunas hierbas y otros comestibles, una petaca de whisky, una jarra de agua, tres vasos y tres cuchillos. Miré con recelo a la extraña criatura y la sorprendí observándome...

    Me alejé a grandes zancadas entre la maleza que cubría el promontorio por detrás de la casa, crucé la sombra de un denso grupo de árboles de troncos rectos, hasta que me encontré al otro lado del promontorio y descendiendo hacia un riachuelo que fluía por un angosto valle. Me detuve y escuché. La distancia recorrida, o la masa de vegetación, amorti...

    y de las cañas acunadas por el viento. Luego, de repente, algo apareció en la orilla. Al principio no pude distinguir lo que era. Inclinó la cabeza sobre el agua y empezó a beber. Vi entonces que se trataba de un hombre que andaba a cuatro patas, ¡como un animal! Iba vestido de azul; tenía la piel de color cobrizo y el pelo negro. Al parecer, una g...

    Al acercarme a la casa vi que la luz que brillaba salía por la puerta abierta de mi habitación; luego oí la voz de Montgomery que gritaba desde la oscuridad junto a la franja anaranjada: – Seguí corriendo. Al rato volví a oírlo. Repliqué un débil «¡hola!» y poco después llegué hasta él, tambaleándome. ¿Dónde estaba? –dijo, cogiéndome por el brazo d...

    Con la irracional esperanza de escapar, me vino a la memoria el recuerdo de que la puerta exterior de la habitación todavía estaba abierta. Estaba convencido, absolutamente seguro, de que Moreau estaba practicando la vivisección con un ser humano. Desde que oí su nombre por primera vez había intentado establecer alguna relación entre el grotesco an...

    Algo frío me rozó la mano. Me sobresalté con violencia y, muy cerca de mí, vi una cosa de color rosado, lo más parecido a un niño desollado que quepa imaginar. Tenía exactamente los rasgos dulces, aunque repugnantes, del perezoso: la misma frente hundida y los mismos gestos lentos. A medida que me fui acostumbrando al cambio de luz, pude distinguir...

    Giré de nuevo y continué hacia el mar. El arroyo termal se ensanchaba hasta formar un arenal poco profundo y cubierto de algas, donde gran cantidad de cangrejos y otros bichos de largos cuerpos con múltiples patas saltaban a mi paso. Caminé hasta la orilla del mar, y allí me sentí a salvo. Me volví a contemplar la verde espesura que había dejado at...

    – ahora, Prendick, se lo explicaré todo –dijo el doctor Moreau en cuanto hubimos comido y bebido–. Debo confesar que es el invitado más dictatorial de cuantos he tenido. Le advierto que éste es el último favor que le hago. La próxima vez que amenace con suicidarse no haré nada por evitarlo, aunque salga perjudicado. Se sentó en mi hamaca con un cig...

    Me desperté temprano. Lo primero que me vino a la mente fueron las explicaciones de Moreau, claras y precisas. Me levanté de la hamaca y me acerqué a la puerta para asegurarme de que la llave estaba echada. Luego comprobé el barrote de la ventana y vi que estaba perfectamente asegurado. El hecho de que aquellas criaturas no fueran en realidad más q...

    Pero mi inexperiencia como escritor me delata, y estoy perdiendo el hilo de la narración. Después de desayunar con Montgomery, lo acompañé a dar un paseo por la isla para ver la fumarola y las fuentes termales, en cuyas aguas hirvientes había caído por sorpresa el día anterior. Los dos llevábamos látigos y revólveres cargados. Al cruzar una frondos...

    Apenas habían pasado seis semanas, y había perdido todo sentimiento salvo el de aversión y odio hacia los infames experimentos de Moreau. No pensaba más que en alejarme de aquellas horribles caricaturas de la imagen de mi Hacedor y en regresar al sano y agradable trato con los hombres. Mis semejantes, de los que me encontraba apartado, comenzaron a...

    Cuando vi que Montgomery tomaba un tercer trago de coñac, se lo quité para evitar que se emborrachara. Ya estaba más que medio ebrio. Le dije que algo grave debía de haberle sucedido a Moreau, pues de lo contrario ya habría regresado, y que era responsabilidad nuestra averiguarlo. Montgomery se opuso débilmente, pero terminó por aceptar. Comimos un...

    Una vez terminamos la tarea, nos lavamos y comimos. Entramos en mi cuartito y, por primera vez, analizamos seriamente nuestra situación. Era casi medianoche. Montgomery estaba prácticamente sobrio, pero muy alterado. Moreau siempre había ejercido sobre él una extraña influencia. Creo que jamás se le había pasado por la cabeza que Moreau pudiera mor...

    Les hice frente, pues en ellos estaba mi destino. Estaba solo, tenía un brazo roto y, en el bolsillo, un revólver al que le faltaban dos balas. Entre las astillas esparcidas por la playa encontré las dos hachas con las que habían desguazado los botes. La marea subía a mis espaldas. No me quedaba más remedio que echarle valor. Miré fijamente los ros...

    – –dije–. ¡Inclinaos ante mí! Vacilaron un instante. Uno de ellos dobló las rodillas. Repetí la orden, con el corazón en un puño, y avancé hacia ellos. Primero se arrodilló uno, luego los otros dos. Me di la vuelta y caminé hacia los cadáveres, sin apartar la vista de los tres Monstruos arrodillados, como un actor que hace mutis por el foro sin qui...

    – ¡Arrodíllate! Un gruñido dejó entrever sus colmillos. – eres tú para decirme...? Quizá un poco precipitadamente, saqué el revólver, apunté y disparé. Le oí gritar, vi que corría y torcía en diagonal; supe que había fallado, y tiré del percutor con el pulgar dispuesto a disparar de nuevo. Pero huía a toda velocidad, saltando de un lado a otro, y n...

    Y fue así como me convertí en uno más de los Monstruos de la isla del doctor Moreau. Cuando desperté había anochecido. Me dolía el brazo, bajo el vendaje. Me incorporé, preguntándome al principio dónde estaba. Oí voces roncas que hablaban en el exterior. Entonces vi que la barricada había desaparecido y que la entrada de la cabaña estaba abierta. S...

    Zarpé al llegar la tarde, empujado lenta y constantemente por una suave brisa del sudoeste. La isla se hacía cada vez más pequeña, y la delgada espiral de humo se veía ya como una fina raya sobre la cálida puesta de sol. El océano se alzaba a mi alrededor, borrando de mi vista aquella mancha oscura. La luz, fugitiva gloria del sol, comenzó a desapa...

  3. ¿Es La isla del doctor Moreau un PDF/ePUB en línea? Sí, puedes acceder a La isla del doctor Moreau de H. G. Wells en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literatura y Ciencia ficción.

  4. 22 de nov. de 2022 · La isla del Dr. Moreau. by. Wells, H. G. (Herbert George), 1866-1946. Publication date. 2003. Topics. Survival -- Fiction, Animal experimentation -- Fiction, Islands -- Fiction, Supervivencia después de accidentes aéreos, naufragios, etc. -- Novela, Experimentacion animal -- Novela, Islas -- Novela, Habiletés de survie ...

  5. 9 de sept. de 2017 · Publicada en 1896, entre «La máquina del tiempo» y «El hombre invisible», LA ISLA DEL DOCTOR MOREAU es una de las novelas más inquietantes de la literatura moderna, inscribiéndose de lleno en la crítica y ominosa intuición que HERBERT GEORGE WELLS (1866-1946) desde muy pronto albergó respecto a los derroteros de la sociedad en la que le tocó vivir.

  6. 25 de feb. de 2014 · Descargar THE ISLAND OF DOCTOR MOREAU gratis en formato PDF y EPUB. Descargar THE ISLAND OF DOCTOR MOREAU, de H.G. Wells para kindle, tablet, IPAD, PC o teléfono móvil.

  7. La Isla del Doctor Moreau es una novela de ciencia ficción escrita por H. G. Wells en 1895, introduciendo ideas de sociedad y comunidad, naturaleza e identidad humanas, el jugar a ser Dios y el darwinismo . Contexto social de la época.