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  1. 27 de abr. de 2024 · Unos efectivos de más de 20.000 hombres al mando del mariscal Soult que hasta en tres ocasiones ofreció a Menacho que rindiese la plaza prometiendo respetar su vida, pero el español se negó. Documentos de la época atribuyen a este momento su épica frase: «Seré sepultado en las ruinas de Badajoz antes que entregar la plaza a ...

  2. Hace 2 días · Días después, el mariscal francés Soult, daba la orden de evacuar todas las plazas de la costa ocupadas, incluida Vélez Málaga. El 28 de agosto, el ejército francés abandona Málaga, terminando para toda la zona, la patriótica guerra de la Independencia y el incordio francés en nuestra tierra.

  3. 28 de abr. de 2024 · Fernando VII concedió a este ganadero diferentes títulos nobiliarios, como el de conde de Guadalete; su amistad con el mariscal Soult le hizo tener que cargar con la leyenda de "afrancesado"....

  4. Hace 14 horas · Había sido robada en Sevilla por el mariscal Soult durante la invasión francesa, y tras la muerte del ladrón salió a subasta en París.

  5. es.wikipedia.org › wiki › es:Museo del PradoMuseo del Prado - Wikipedia

    A ello hay que sumar las pinturas regaladas por José Bonaparte a los generales franceses, como un excelente trabajo de Sebastiano del Piombo, Llanto por Cristo muerto, que entregó al mariscal Soult, hoy en el Hermitage, [53] o el famoso Felipe IV de castaño y plata (Velázquez, National Gallery), que cedió al general Dessolles. [54]

  6. Hace 4 días · Una de las que se conservan en el Museo del Prado embellecía el Hospital de Venerables Sacerdotes de Sevilla, cuando la robó durante la invasión napoleónica el mariscal Soult, quien en 1852 la vendió al Louvre por la cantidad más elevada pagada nunca hasta entonces por un cuadro.

  7. 19 de abr. de 2024 · El mariscal Soult lo oyó con la ma­ yor atencíoii, traduciéndole el que estaba inmediato las expresiones del duque de Wellington. El mariscal Soult pronunció en seguida un discurso en francés. Su voz se manifestaba' débil por su pro funda emoción. "Las palabras del duque de We­ llington han penetrado en el fondo