Resultado de búsqueda
Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal. Pascua. 6ª semana. Miércoles. LOS FRUTOS EN EL APOSTOLADO. — Anunciar íntegra la doctrina de Jesucristo. El ejemplo de San Pablo y de los primeros cristianos. — Sembrar siempre; los frutos los da Dios. Constancia en el apostolado. — El puesto singular de la mujer en la evangelización de la familia.
- Meditación del Día Siguiente
Web Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal....
- Meditación del Día Anterior
Web Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal....
- Meditación Alternativa 1
Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal. Pascua. 4ª...
- Meditación del Día Siguiente
Hemos de dirigirnos al Señor cada día pidiéndole ayuda para tenerle siempre presente; y no solo en los momentos expresamente dedicados a hablar con Él, sino también en las normales actividades diarias, pues queremos que además de estar bien realizadas sean oración grata a Dios.
Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal. Pascua. 4ª Semana. Sábado. LA VIRTUD DE LA ESPERANZA. — Esperanza humana y virtud sobrenatural de la esperanza. Certidumbre de esta virtud. El Señor nos dará siempre las gracias necesarias. — Pecados contra la esperanza: la presunción y el desaliento. — La Virgen, Esperanza nuestra.
Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal. Pascua. 5ª semana. Martes. MI PAZ OS DEJO. — El Señor comunica Su paz a los discípulos. — La paz verdadera es fruto del Espíritu Santo. Misión de pacificar el mundo, comenzando por nuestra propia alma, la familia, el lugar de trabajo... — Sembradores de paz y de alegría.
Hablar con Dios, Francisco Fernández-Carvajal. Pascua. 2ª semana. Martes. PRIMEROS CRISTIANOS. UNIDAD. — La unidad entre los cristianos, querida por Cristo, es un don de Dios. Pedirla. — Lo que rompe la unidad fraterna. — La caridad une, la soberbia separa.
Esta meditación pausada hace posible que, con las mismas palabras, cada uno exprese su oración personal. Ayuda a rezarlo bien «el meterse, como un personaje más», dentro de las escenas que se consideran. Así, «viviremos la vida de Jesús, María y José. »Cada día les prestaremos un nuevo servicio.
Esta visión no es solo un perfectísimo conocimiento intelectual, sino también comunión de vida con Dios, Uno y Trino. Ver a Dios es encontrarse con Él, ser felices en Él. De la contemplación amorosa de las Tres divinas Personas se seguirá en nosotros un gozo ilimitado.
