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  1. Protocolo de Diagnóstico y tratamiento de la meningitis aguda. E. Gómez- Merino, Julian Solis, Javier Solera, Fernando Mateos. 1. Etiología. En adultos, la mayoría de los casos de meningitis adquirida en la comunidad están producidos por el meningococo, neumococo, Listeria y varios estreptococos.

  2. Elementos diagnósticos. El diagnóstico de meningitis bacteriana aguda requiere de un alto índice de sospecha clínica; una historia clínica completa y el examen completo del líquido cefalorraquídeo (LCR) son herramientas fundamentales para el diagnóstico.

  3. 4 de oct. de 2023 · El tratamiento de los casos leves de meningitis viral suele consistir en lo siguiente: Reposo en cama; Mucho líquido; Analgésicos para ayudar a reducir la fiebre y aliviar los dolores; El proveedor de atención médica puede recetar corticoides para reducir la hinchazón en el cerebro y un medicamento para controlar las ...

  4. Conceptos generales. Meningitis bacteriana. Enfermedad caracterizada por la inflamación de las meninges (en ocasiones meninges y encéfalo) provocada por invasión bacteriana del sistema nervioso central (SNC) Enfermedad grave y potencialmente mortal (pocas horas). La mayoría de las personas se recupera de la meningitis.

  5. La meningitis bacteriana aguda es una infección bacteriana rápidamente progresiva de las meninges y el espacio subaracnoideo. Los hallazgos suelen incluir cefalea, fiebre y rigidez de nuca. El diagnóstico se realiza mediante el análisis del líquido cefalorraquídeo.

  6. La meningitis es la inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal. Suele deberse a una infección, puede ser mortal y requiere atención médica inmediata. Hay varias especies de bacterias, virus, hongos y parásitos que pueden causarla. La mayoría de estas infecciones se transmite entre personas.

  7. La meningitis es la inflamación de las meninges y el espacio subaracnoideo. Puede ser consecuencia de infecciones, otras enfermedades o reacciones a fármacos. La gravedad y la agudeza varían. Los hallazgos suelen incluir cefalea, fiebre y rigidez de nuca. El diagnóstico se realiza mediante el análisis del líquido cefalorraquídeo.