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  1. la voz monótona del cicerone del castillo:-Coraza antigua, del siglo VI, época del rey Arturo y la Mesa Redonda; se dice que perteneció al caballero Sagramor el Deseoso; obsérvese el agujero circular que atraviesa la cota de malla en la parte izquierda del pecho; resulta inexplicable; se

    • CAPITULO I CAMELOT
    • CAPÍTULO II LA CORTE DEL REY ARTURO
    • CAPÍTULO III LOS CABALLEROS DE LA TABLA REDONDA
    • CAPITULO IV SIR DINADAN EL BROMISTA
    • CAPÍTULO V UNA INSPIRACIÓN
    • CAPÍTULO VI EL ECLIPSE
    • CAPÍTULO VII LA TORRE DE MERLÍN
    • CAPÍTULO VIII EL JEFE
    • CAPÍTULO IX EL TORNEO
    • CAPÍTULO X COMIENZOS DE CIVILIZACIÓN
    • CAPÍTULO XI EL YANQUI EN BUSCA DE AVENTURAS
    • CAPÍTULO XII UNA TORTURA LENTA
    • CAPÍTULO XIV “¡DEFIÉNDETE, SEÑOR!"
    • CAPÍTULO XV EL RELATO DE ELISENDA
    • CAPÍTULO XVI EL HADA MORGANA
    • CAPÍTULO XVII UN BANQUETE REAL
    • CAPITULO XVIII EN LAS MAZMORRAS DE LA REINA
    • CAPÍTULO XIX LA CABALLERÍA ANDANTE, COMO NEGOCIO
    • CAPÍTULO XX EL CASTILLO DEL OGRO
    • CAPÍTULO XXI LOS PEREGRINOS
    • CAPÍTULO XXII LA FUENTE MÁGICA
    • CAPÍTULO XXIII RESTAURACIÓN DE LA FUENTE MÁGICA
    • CAPÍTULO XXIV OTRO MAGO EN COMPETENCIA
    • CAPÍTULO XXV UNAS OPOSICIONES
    • CAPÍTULO XXVI EL PRIMER PERIÓDICO
    • HUMO Y CENIZAS LOCALES
    • BOLETÍN DE LA CORTE
    • -¿No será un pañuelo?
    • CAPÍTULO XXVII VIAJE DE INCOGNITO
    • CAPITULO XXVIII EL REY ENSAYA
    • CAPÍTULO XXIX LA CHOZA DE LAS VIRUELAS
    • CAPÍTULO XXX LA TRAGEDIA DEL CASTILLO
    • CAPÍTULO XXXI MARCO
    • CAPÍTULO XXXII LA HUMILLACIÓN DE DOWLEY
    • CAPÍTULO XXXIII POLÍTICA ECONÓMICA DEL SIGLO VI
    • CAPÍTULO XXXIV EL YANQUI Y EL REY, ESCLAVOS
    • CAPÍTULO XXXV UN INCIDENTE ANGUSTIOSO
    • CAPÍTULO XXXVI UN ENCUENTRO EN LA OSCURIDAD
    • CAPÍTULO XXXVII EN SITUACIÓN APURADA
    • EL COMBATE DEL YANQUI CON LOS CABALLEROS
    • CAPÍTULO XL TRES AÑOS DESPUÉS
    • EQUIPO DEL ACERO DE BESSEMER
    • EQUIPO DE LA COTA DE MALLA
    • ÁRBITRO
    • CAPÍTULO XLI EL INTERDICTO
    • PROCLAMA PARA CONOCIMIENTO DE TODOS
    • CAPÍTULO XLIII LA BATALLA DEL ARENAL
    • Me sentí muy aliviado al pensar que la fuerza que en lo futuro pudiera aún enfrentarse con nosotros no podría ser muy importante. Por esto publiqué una proclama de felicitación a mis ejércitos:
    • EL JEFE.
    • Y luego el silencio más absoluto.
    • CAPÍTULO XLIV UN POST SCRIPTUM DE CLARENCE
    • FINAL DEL MANUSCRITO POSDATA FINAL POR MARK TWAIN
    • 2006 - Reservados todos los derechos
    • Biblioteca Virtual Universal www.biblioteca.org.ar

    "¿Camelot? -me dije-. ¿Camelot...? No recuerdo este nombre... Debe de ser el del manicomio, probablemente." Era un paisaje solitario, luminoso, apacible y lindo como de ensueño. El aire estaba lleno del aroma de las flores, del runruneo de los insectos y del trinar de los pájaros. No se veía a nadie; ni gente, ni carretas... nada. El camino era más...

    Apenas encontré ocasión, me escabullí y me acerqué a un anciano de aspecto vulgar. Le toqué en el hombro y le dije en tono confidencial e insinuante; -Amigo, dígame usted, por favor.., ¿Pertenece usted al manicomio, o está de visita aquí, o algo por el estilo? Me miró con mirada estúpida y contestó: -A fe mía, noble caballero, me parece que... -¡Ba...

    La mayoría de las conversaciones de la Tabla Redonda eran monólogos..., narraciones de las aventuras en las cuales los prisioneros fueron capturados, y de las luchas en que sus amigos y aliados fueron muertos y arrancados de sus corceles. En general, por lo que pude ver, estas cruentas aventuras no eran correrías emprendidas para vengar injurias o ...

    Me pareció que aquella delicada mentira había sido narrada sencilla y bellamente; pero es que yo sólo la había oído una vez, y esto era lo que motivaba que la encontrase encantadora. A los demás, cuando el relato fue nuevo para ellos, no hay duda que también debió de gustarles. Sir Dinadan el Bromista fue el primero en abrir los ojos, y despertó a ...

    Estaba tan cansado, que ni siquiera mis temores lograron mantenerme despierto por espacio de mucho rato. Cuando desperté, me pareció que había estado durmiendo largo tiempo. Mi primer pensamiento fue: “¡Qué extraño sueño has tenido! Creo que me he despertado justo, justo para evitar que me colgaran, o decapitaran, o me quemaran vivo, o algo así... ...

    En el silencio y la oscuridad, la realización de lo imaginado empieza a convertirse en complemento de la fantasía. El simple conocimiento de un hecho resulta pálido; pero cuando se empieza a realizar este hecho, toma color. Es la diferencia que hay entre oír decir que a un hombre le han dado una puñalada en el corazón y ver cómo se la dan. En el si...

    En vista de que yo era el segundo personaje del reino, en lo que a poder político y autoridad se refiere, se hizo mucho por mí. Mi ropa era de seda y terciopelo, con galones de oro y, en consecuencia, muy vistosa e incómoda. La costumbre, no obstante, me reconcilió pronto con los vestidos. Me destinaron los mejores departamentos del castillo, despu...

    Estar investido de enorme autoridad es una cosa muy agradable. Pero tener a todo el mundo de acuerdo con uno, todavía lo es más. El episodio de la torre consolidó mi poder y lo hizo inquebrantable. Si alguien estuvo tentado antes a tenerme envidia y a criticarme, ahora había experimentado un hondo cambio en sus sentimientos. No había nadie en el re...

    En Camelot se celebraban constantemente grandes torneos. Eran unas peleas ridículas, pintorescas y animadas, aunque un poco aburridas y fastidiosas para un espíritu práctico como el mío. Sin embargo, solía asistir a todos. Y esto por dos razones: primera, porque uno no debe mantenerse alejado de las cosas que sus amigos y su comunidad consideran ag...

    En la Tabla Redonda, pronto se supo el desafío concertado entre sir Sagramor y yo, y se discutió largamente sobre ello, porque estas cosas interesaban grandemente a los muchachos. El Rey opinó que yo tenía que salir en busca de aventuras, para ganar renombre y estar en condiciones de enfrentarme con sir Sagramor cuando llegase el plazo. Por el mome...

    Nunca ha existido un país más a propósito para embusteros errantes. Y los había de ambos sexos. No pasaba un mes sin que alguno de estos vagabundos llegara a Palacio. Y siempre venían cargados con alguna historia de una princesa cautiva en algún tétrico castillo, y vigilada por un pillastre sin ley, generalmente un gigante. Pensaréis que lo primero...

    Ya estábamos en el campo. Era agradable y delicioso hallarse en aquellas selváticas soledades, en una fría mañana de principios de otoño. Desde la cima de los oteros, veíamos los verdes valles extenderse a nuestros pies, con arroyos serpenteando por entre las rocas, con islas de árboles y enormes robles solitarios esparcidos por el paisaje, poniend...

    Pagué tres peniques por mi desayuno, lo cual constituía un precio exorbitante, pues por aquella suma habrían podido desayunar una docena de personas. En aquel instante yo me sentía contento y, en tales casos, siempre soy pródigo. Además, aquellos hombres querían darme el desayuno de balde y por esto resultaba agradable demostrarles mi agradecimient...

    -¡Héteme aquí propietario de varios caballeros andantes! -exclamé cuando emprendimos de nuevo el camino-. ¿Quién iba a suponer que viviría para escuchar y ver semejantes cosas? Pero, ¿qué voy a hacer con tantos servidores? ¡A no ser que los sortee!... ¿Cuántos son, Elisenda? -Siete, señor, sin contar los escuderos. -Es un buen lote. ¿Quiénes son? ¿...

    Si hay que creer a los caballeros andantes, no todos los castillos eran a propósito para buscar hospitalidad en ellos. Por descontado que los caballeros andantes no eran personas dignas de ser creídas.... es decir, de ser medidas con el moderno criterio de la veracidad.. Pero medidos con el criterio de su tiempo y puestos en la correspondiente esca...

    Al verme Morgana tranquilo y sin rencor, se supuso que su excusa me había engañado, pues desaparecieron sus muestras de terror y comenzó a importunarme de tal modo en demanda de que hiciera una demostración de mis poderes, que empecé a sentirme molesto. Con gran alivio mío, la llamada a oración interrumpió sus peticiones. He de reconocer, en honor ...

    Arreglé el lamentable asunto y devolví el hombre a su hogar. Sentía deseos de someter al verdugo a tortura, no porque fuera un empleado cumplidor y atento, que realizaba a conciencia su función para descrédito suyo, sino por los bofetones que había dado a la mujer y por la pena que le había causado. El sacerdote se mostró muy contento al enterarse ...

    Elisenda y yo volvimos a estar otra vez en camino, a la mañana siguiente. ¡Qué delicioso era poder llenar de nuevo los pulmones con el fresco, aromático y límpido aire de los campos, después de haber estado dos días y dos noches ahogándome de cuerpo y de espíritu en aquel maldito y viejo gallinero! Me refiero a mí, pues, por supuesto, el castillo r...

    Entre las seis y las nueve de la mañana hicimos diez millas, lo cual significa un buen paso para un caballo con triple carga; hombre, mujer y armadura. Luego nos detuvimos, para pasar el mediodía bajo unos árboles, al lado de un límpido arroyo. Vimos venir a un caballero y le oímos quejarse amargamente, profiriendo tacos en abundancia. Me alegré, s...

    Cuando por fin me acosté, me sentí cansadísimo. ¡Poder estirar los músculos!... Mas esto fue lo que pude conseguir; porque de sueño, ni hablar. Los chillidos corridas y gruñidos de las nobles damas liberadas, a lo largo de los corredores, formaban un pandemónium que me mantenía despierto a pesar de mi fatiga. Estando despierto, mi cerebro trabajaba...

    Los peregrinos eran seres humanos. De no ser así, no habrían obrado de la manera que lo hicieron. Habían hecho un viaje largo y difícil, y ahora, cuando ya casi llegaban a la meta y se enteraron de que la fuente que venían a ver había desaparecido, no hicieron lo que en su lugar habría hecho un caballo, un perro o un gusano; es decir, volverse y de...

    El sábado al mediodía fui a la fuente, a echar un vistazo. Allí estaba aún Merlín, quemando polvos, lanzando imprecaciones y conjuros a grandes gritos, y peleándose con el aire con enérgicos ademanes: tenía el aspecto de un hombre desilusionado, pues no había conseguido sacar ni una gota de agua. Yo le dije, finalmente: -¿Cómo se presentan las cosa...

    Mi influencia en el Valle de la Fuente Mágica era algo prodigioso. Me pareció que valía la pena de sacar algún provecho de ella. Esta idea me la sugirió, a la mañana siguiente, la visita de uno de mis caballeros, del ramo del Jabón y Perfumería. Recordé que la leyenda atribula la desaparición de la fuente, que tuvo lugar doscientos años antes, al d...

    Cuando el Rey hacía un viaje de placer o iba a visitar a un noble, con el propósito de arruinarle con el coste de su estancia en el castillo, una gran parte de la Corte acompañaba al monarca. Era una moda del tiempo. La comisión encargada del examen de los candidatos a los puestos de oficiales del nuevo ejército regular, acompañó asimismo al Rey en...

    Cuando le expliqué al Rey que tenía el propósito de disfrazarme como un hombre libre del estado llano, y que recorrería el país así vestido, para familiarizarme con la vida de la gente humilde, se sintió súbitamente entusiasmado con la idea y decidió acompañarme. Nada habría podido detener su decisión. Era la mejor idea que le habían expuesto de mu...

    Sir Lanzarote se enfrentó con el biejo rey Agrivacio de Irlanda, inesperadamente y ce rca del castillo de sir Balmoral el maravilloso. Esto ocurrió la semana pasada, La biu a ha ha si o notificada. La espedision número tres partirá el primero del próximo mes en vusca de Sir Sagramor el Deseoso. Va mandada por el famoso cavallero Gabán rojo. Su ayud...

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  2. Un yanqui de Connecticut en la corte del Rey Arturo PREFACIO Las rudas leyes y costumbres que se exponen en este relato son históricas, y también son históricos los episodios de que nos servimos para ilustrarlas. No afirmamos que tales leyes y costumbres existiesen en la Inglaterra del siglo VI , no; lo único que afirmamos es que,

  3. 10 de may. de 2016 · Descargar Un Yanki en la Corte del Rey Arturo gratis en formato PDF y EPUB. Descargar Un Yanki en la Corte del Rey Arturo, de Mark Twain. para kindle, tablet, IPAD, PC o teléfono móvil.

  4. Download Un yanqui en la corte del Rey Arturo PDF by Mark Twain. Description: Con este viaje al pasado, Mark Twain no pretende hacer alardes científicos, «la transposición de épocas y cuerpos», es solo un pretexto para escribir un relato humorístico, empapado, como es habitual en él, de sátira social y política.

  5. Descargalo gratis en PDF, FB2, EPUb, DOC y TXT. Descarga gratis el libro electrónico «Un yanqui en la corte del Rey Arturo» del autor Mark Twain, también puedes imprimir el texto del libro, para este en formatos PDF y DOC son recomendadas. Descargar.

  6. 7 de jun. de 2020 · Un Yanqui En La Corte Del Rey Arturo Mark Twain Addeddate 2020-06-07 15:50:29 Identifier un-yanqui-en ... PDF download. download 1 file ...